A Maggie, porque este
poema
lo escribimos los dos.
¿Qué tan efímera es la
eternidad?
—@_MaggieM.
Abrí
mis ojos.
Te
vi. Nos abrazamos. Los cerré.
Al
volverlos a abrir, ya no estabas.
¿Dónde
quedó nuestro cariño?
Se
fue contigo.
Amaneció.
Me
dijiste «buenos días».
Parpadeo.
Confusión.
Habías
marchado, y dejado tu olor.
Te vivía
mientras dormía.
Te
dejé una nota
en
la bolsa de mi camisa.
Te
la puse antes que te quedaras dormida.
Decía:
«Espera por
mí. Volveremos a vernos.»
Desfilé
mi esencia
por
tu habitación.
Al
cerrar de ojos pudiste acariciarme.
Al
abrir salí por la ventana de tu memoria.
Sí,
te perdí,
pero
solo por un instante.
Tu
aroma
impregnado
en mi piel y en el aire
me
llevaron hasta donde estabas esperándome.
No hay comentarios:
Publicar un comentario